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¿Por qué el Título "Ídolos de las Islas Prometidas"? 

El título de nuestra monografía Los Ídolos de las Islas Prometidas implica una transposición de connotaciones, nociones y metáforas Occidentales a las creaciones realizadas por el indígena Americano antes de la llegada de los Conquistadores. ¿Porque utilizamos esta maniobra fraseológica en el título del libro si ni la palabra ‘ídolo’ ni la expresión ‘islas prometidas’ reaparecen en las siguientes 630 páginas? ¿Cuál es la razón detrás de este fenómeno?

 

Los actuales habitantes del Archipiélago de Los Roques, al cual pasado pre-Hispánico está dedicado el libro, están asentados en estos parajes insulares desde hace más de un siglo. Fue a principios del siglo XX cuando las primeras familias de los pescadores Margariteños se asentaron en algunas islas del archipiélago, tales como el Gran Roque o Krasky. Anteriormente, durante las épocas colonial y republicana, estas islas fueron visitadas por piratas y contrabandistas, buscadores de la sal, las tortugas, los botutos u otros recursos locales. A menudo los visitantes a estas islas venían de las cercanas islas Curaçao o Bonaire. Los visitantes pre-Hispánicos quienes venían a acampar en el archipiélago desde el centro-norte de Venezuela, cesaron sus viajes con la aparición de los Españoles en las costas venezolanas en las primeras décadas del siglo XVI. Quienes entonces hacen su vida en el archipiélago durante la época moderna provienen mayoritariamente del oriente del país y, si queremos verlo desde la perspectiva de identidad étnica, lingüística y socio-cultural inferidas en base a las evidencias arqueológicas,  muy probablemente no son los ‘directos’ descendientes de los visitantes pre-Hispánicos quienes venían del centro-norte del país.

 

Precisamente los habitantes actuales de Los Roques han sido nuestros compañeros y guías con los cuales compartíamos las comidas y ‘sobrevivamos’ las humaredas de plaga en sus rancherías y a quienes acompañamos en las faenas de pesca. Fueron ellos quienes al ver los artefactos arqueológicos descubiertos por nosotros en la arena, especialmente las figurinas de barro que mayormente denotan a las mujeres, les llamaban ‘ídolos’ o ‘idolillos’ o, a veces, ‘los muñecos’. En situaciones similares, muchos de los visitantes provenientes de 'Caracas' – o, como dicen los pescadores ‘los de la ciudad’ – quienes venían en aquellos tiempos a Los Roques (años 1980s) nos dirigían complejas preguntas en las cuales a menudo hacían relucir su erudición al aconsejarnos, por ejemplo, que deberíamos tomar en cuenta que nuestros hallazgos son ‘idénticos’ con los objetos que ellos contemplaron en los museos en Paris, Lima o México. Mientras tanto, los pescadores Roqueños, parados al lado de las trincheras de excavación, nos dirigían preguntas nada rebuscadas, pero extraordinariamente inspiradoras, muchas de las cuales perturban nuestras mentes hasta el día de hoy, tipo: "¿Dime Marlena, porqué estos idolillos se parecen más a los monos que a los humanos?", o "Mira Andrés, ¿porque este muñeco tiene una sola pata? ¿Porque este ídolo tiene los ojos tan abultados?" Igualmente, al oír nuestra respuesta a la pregunta de porque los indígenas venían hasta Los Roques desde el continente en un viaje de canoa a remo que duraba al menos un par de días, más de una vez escuchamos de los pescadores la constatación de que en aquel tiempo entonces Los Roques tenía que ser para ellos una ‘tierra prometida’.

 

Sin duda, las nociones utilizadas con frecuencia en los contemporáneos debates postcoloniales nos hacen pensar de inmediato en el origen colonial de la palabra ‘ídolo’ así también como el concepto de la ‘tierra prometida’ nos lleva a reflexionar sobre la lucha de la iglesia católica contra la idolatría de los grupos indígenas, sobre los complejos y a menudo tortuosos procesos de transculturación, sobre la esclavitud indígena y los trabajos forzados, sobre los actos de violencia… Y hay una poderosa y justificada razón detrás de estas asociaciones.

 

Sin embargo, como lo hemos escrito en una oportunidad estamos “convencidos de que la arqueología como una disciplina científica orientada hacia el pasado debe ejercer un impacto transformativo sobre el presente” (Antczak et al. 2013, 201). Es por esta razón que al utilizar en el título de nuestra monografía dedicada a la Gente del pasado pre-Hispánico, las expresiones pronunciadas por aquellos que hoy en día hacen su vida en este paraje insular, le rendimos un homenaje al Roqueño contemporáneo, a lo actual y a lo cotidiano. En fin, a todo aquello que entre el pasado y el presente está forjando el futuro de los habitantes en este precioso paraje insular.

 

El título del libro puesto a su comienzo y la última fotografía del mismo puesta en la página 571, encierran entre ellos 570 páginas dedicadas al pasado de las poblaciones indígenas del centro-norte de Venezuela. Este extraordinario pasado tiene – para nosotros – un sentido solo y exclusivamente cuando logra resurgir como la mitológica ave Fénix de las cenizas (otra expresión prestada de un contexto no-Americano), levantar el vuelo y alcanzar cada vez nuevos horizontes y significados entrelazándose entre el presente y el futuro de la vida cotidiana de los Roqueños. Obviamente, en esta Construcción de Puentes entre el Pasado y el Presente participa un nutrido grupo de gentes y ‘cosas' – los alumnos de nuestros talleres arqueológicos, los pescadores, los maestros de los colegios insulares, los arqueólogos, las exposiciones, los libros… Pero entre nosotros están los emisarios de los mundos indígenas del pasado. Desde las páginas de nuestro libro, de las tesis de grado y ponencias, ilustraciones en periódicos y revistas, de los monitores de las computadoras y los televisores, de las vitrinas de la Unidad de Estudios Arqueológicos, desde esta página WEB. Por todos estos medios actúan y ejercen su agencia material los Ídolos de las Islas Prometidas. Francamente, en su nueva vida y actuación material, en la misión que desarrollan estos objetos en el mundo contemporáneo que los rodea, el cómo los llamaron sus descubridores es solo una pequeña parte de la magnífica historia en desarrollo que comenzó hace más de 1000 años.

 

La tarea que enfrentamos todos cuando intentamos entretejer el pasado en el presente fue maravillosamente resumida en las palabras de Søren Aabye Kierkegaard  (1813-1855): "La vida puede ser entendida solo en retrospectiva, pero debe ser vivida adelante" ...

 

Andrzej y Ma. Magdalena Antczak

¿Por qué Ídolos?

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